Qué es Mindfulness

Se traduce al castellano como “atención plena” o “conciencia plena”, y consiste en estar presentes en el aquí y ahora, tanto física como mentalmente, atentos a lo que está sucediendo en nuestra experiencia interior así como en nuestro entorno. Es la conciencia que surge cuando prestamos atención a las experiencias del momento presente con intención, aceptándolas tal cual son, sin juzgarlas como buenas o malas.

El entrenamiento en Mindfulness nos permite conectarnos con nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y nuestras emociones con mayor presencia y con una actitud de curiosidad o de exploración. Esto nos lleva a poder entender mejor la interrelación cuerpo-mente, y tomar un rol más activo en cómo queremos llevar adelante nuestra vida. Se puede desarrollar tanto realizando los ejercicios formales diariamente como aplicando los conceptos y filosofía de vida en nuestras acciones cotidianas.

Origen y usos en la actualidad

Los conceptos y prácticas centrales de Mindfulness no son nuevas, sino que se basan en la filosofía budista con más de 2.500 años de antigüedad. Sin embargo, han sido adaptadas a la vida occidental, para cualquier persona que esté buscando reducir el estrés y la ansiedad, independientemente de nuestras creencias religiosas, y hoy en día el Programa MBSR (Reducción del estrés basado en Mindfulness) se aplica mundialmente con gran éxito en múltiples áreas, como la medicina, la educación, el deporte, la psicoterapia y los negocios. Algunos pioneros fueron Jon Kabat-Zinn, Thich Nhat Hanh, Marsha Linehan. Otros autores contemporáneos presentan formas de aplicarlo a la vida diaria, aunque sin llamarlo “mindfulness”, como Eckhart Tolle. Al tratarse de una práctica oriental, muchos occidentales lo descartaban como una herramienta válida. Hoy la tecnología y las neurociencias permiten comprobar los enormes beneficios que nos aporta, y esto ha generado una gran difusión y expansión del Mindfulness en todo el mundo.

Beneficios

DESDE LO FÍSICO

  • Reducir algunas dolencias físicas cotidianas, aprendiendo a detectar su origen y desactivándolas antes de que se incrementen.
  • Transitar los dolores crónicos, aprendiendo a relacionarnos con el dolor de una nueva manera.
  • Entrenar nuestra atención para acompañar los procesos del cuerpo desde la aceptación y no desde la lucha interna.
  • Fortalecer el sistema inmunológico.
  • Mejorar la calidad del sueño.

DESDE LO EMOCIONAL

  • Reducir los niveles de estrés y ansiedad.
  • Aprender a responder en vez de reaccionar impulsivamente.
  • Mejorar las relaciones interpersonales y poder comunicarnos más eficientemente.
  • Salirnos del piloto automático; “tomar las riendas” y no dejar que las emociones nos lleven.
  • Sacarle carga emocional a las situaciones diarias.
  • Lograr más armonía y mayor sensación de felicidad, disfrutando de cada momento.

DESDE LO MENTAL

  • Aprender a aquietar la mente.
  • Manejar mejor nuestros tiempos y no agotar nuestras energías.
  • Incorporar herramientas para mejorar la concentración.
  • Aprender a dirigir la atención y a sostenerla durante mayores períodos de tiempo.
  • Mejorar la eficiencia y la productividad.
  • Establecer prioridades y tomar decisiones con mayor claridad.
  • Desactivar pensamientos intrusivos catastrofistas o de rumiación.

Lo interesante es que no recibimos “alivio externo”, como podría proporcionarnos un medicamento o un masaje, sino que comenzamos a descubrir y desarrollar nuestros propios recursos internos de forma mucho más activa. Aprendemos a entrenar la mente y a estar mejor preparados ante las dificultades diarias, teniendo herramientas disponibles para enfrentarlas cuando éstas se presentan. Según lo demuestran los estudios recientes en neurociencias, si bien al principio comenzamos a notar estados transitorios de mayor relajación, claridad o bienestar,  con la práctica continuada de Mindfulness los beneficios se incrementan: el cerebro cambia su estructura, se profundizan los caminos neuronales asociados a la felicidad y la compasión, y se optimiza su rendimiento, haciendo que estos estados emocionales transitorios se transformen en características mentales permanentes.

En qué consiste 

PRÁCTICA FORMAL DE MINDFULNESS

Ejercicios y meditaciones específicas que se realizan de forma regular

MEDITACIÓN SENTADOS

Entrenamiento de la atención enfocado en la respiración consciente

ESCANEO CORPORAL

Registrar las sensaciones corporales desde los pies hasta la cabeza

MOVIMIENTO CONSCIENTE

Estiramientos suaves realizados con atención plena

MEDITACIÓN CAMINANDO

Con cada paso llegamos a un nuevo momento presente


PRÁCTICA INFORMAL DE MINDFULNESS

Toda actividad cotidiana puede ser una oportunidad para entrenar nuestra presencia

Lavarse las manos en cámara lenta
Comer con atención plena
Escucha atenta
Quiero hacer el curso online
Quiero ir a encuentros grupales
Quiero una sesión individual
Volver a página de Inicio